Todo lo que está mal en este episodio:
1. Hacerlo Shirley-céntrico. Vamos sincerándonos: Shirley, luego de Pierce, es el personaje menos simpático de la serie. No porque sea una señora. No porque sea negra. No porque sea cristiana. Al contrario, esos tres elementos la hacen distinta, única y posiblemente fascinante. Pero Shirley habla como tarada, y las personas que hablan como taradas deberían tomar lecciones de dureza con algún ex convicto. Cada que hace su vocecita me dan ganas de que algún personaje le dé un ponchazo y la enseñe a hablar.
Shirley no me molesta. Estoy con los que afirman que su presencia en Community es muestra de liberalismo, que por primera vez en el medio un personaje cristiano es respetado, explorado, mostrado en toda su complejidad, y no como motivo de burla (ya tenemos demasiados escritores demócratas).
Creo que fue un error volver de un hiatus extendido con un episodio que se centra en un personaje poco empático. Además, con tantas ambigüedades: cuando el esposo le grita que su lugar es en la cocina, uno piensa que la boda siempre fue un error, porque André es un machista y además un cuernero. Pero cuando ambos entienden que las promesas se hacen todos los días y que las personas cambian, ¡oh Dios! ¡Ese matrimonio debe llevarse a cabo en cuanto antes!
En la universidad también teníamos una amiga así, ¿y saben qué hacíamos? La abríamos.
2. A estas alturas, el conflicto irresuelto de Jeff con su padre ha quedado más que comprobado. Hacerlo sufrir una catarsis borracha no le agregó más capas al conflicto, tal vez al contrario.
3. ¿No Chang? ¿En serio? ¿No Chang?
Todo lo que está excelso en este episodio:
1. Referencias oscuras a la cultura pop antes de los créditos: cuando Pierce entra y Troy le pregunta:
Why do you look like a wealthy murderer?
American Pyscho 101.
2. Britta. Es increíble cómo en los primeros episodios me parecía un personaje chocantísimo, pero cada vez, a fuerza de bullying constante (you’re the AT&T of people y el verbo brittearla), conservó su esencia pero se hizo humana. Tiene ideales. Es izquierdosa. Si viviera en México pasaría su tiempo libre en Coyoacán y Tepoztlán. Fuma marihuana. Gillian Jacobs ha hecho un gran trabajo de comedia con ella.
2. Troy & Abed, que fácilmente son lo mejor de Community.
Qué alegría reencontrarse con la peluca del papá de Pierce al salir del Dreamatorium, después de saturarse de weirdness.
Pero lo mejor es esos momentos en que Abed, por amor a la comedia, decide ser normal (el más famoso es en ese episodio de My dinner with Andre/Pulp Fiction). Siempre que lo hace logra verse guapísimo:
3. El clásico Shut up, Leonard.
4. Dean Pelton.