Antes de J no sabía qué era el lighting design y ahora me parece fascinante. El concierto de ayer fue magnífico. Ya sabía que tocarían predominantemente canciones de los últimos dos discos, lo cual encuentro muy lógico. Vas a un concierto a ver el estado actual de la banda, a atisbar el lugar creativo en el que se encuentran en este momento. El de hace tres años tuvo otra vibra, era la primera vez que venían (de manera oficial, no esa leyendita urbana en el Edomex). Estaba esa emoción. Tocaron sus éxitos. Pero tres años después, es necio aferrarse. Hay que ver dónde están ahora.
Lo que más me impresionó fue el diseño de luz. Desde mi sitio, conjeturaba con la inverosímil posibilidad de que fuera un encargo a algún artista contemporáneo. Pero ahora leo que su lighting designer es el mismo de siempre: Andi Watson. Que es el sexto miembro desde la lighting booth, según este artículo del New York Times.
El momento más emocionante para mí fue Staircase. Encontré entonces la fusión de música y visuales, la recreación de una experiencia. No es sólo una decoración con leds: es arte con luz. J me escribió hace rato:
Una vez entré a un teatro y estaban programando la luz en cada escena, fue hermoso ver eso, no sabes, imagina que tienes un espacio donde hay gente interactuando y tú tienes que dar el tono, las sombras, ya sea amanecer, atardecer, algo abstracto, una imagen en movimiento y todo eso con luz. La luz hace todo. Los lighting designers son artistas que pintan con luz.
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